Todas las bodas que hago son siempre especiales para mí, después de todas las que he hecho sigo acostándome la noche anterior con esos nervios y emoción por el día que me espera, pero cuando la que se casa es una amiga todo esto se magnifica por mil. Da gusto trabajar con una pareja que irradia felicidad, no hace falta más que mirarles un poquito para darse cuenta, sólo tenéis que ver en las fotos la cantidad de gestos y miradas que se dirigieron a lo largo de todo su día. Fue una boda de las que no se olvidan.
En esta ocasión tuve también la suerte de trabajar con Raquel Arocena como segunda fotógrafa y con Noare Films como videógrafos, siempre se trabaja agusto con este equipazo, nada puede salir mal. Empezamos el día con Joanes y su familia con unas vistas privilegiadas, él llevó un traje de Neu Donostia cuidado hasta el último detalle. Increíbles todos los gestos tan bonitos que vimos, ya empezabamos el día con fuerza y emoción. Después nos desplazamos casi a la otra punta de Hondarribia para encontrarnos con Jugatx. A ella ya la habían dejado estupenda las chicas de Kutixi pero lo remató con su precioso vestido de PRONOVIAS que nos dejó con la boca abierta. Los sentimientos estaban a flor de piel y se respiraban en cada centímetro de la pequeña habitación.
Una vez preparados, nos dirigimos hasta el Santuario de Guadalupe donde nos esperaba el genial Lutxo que, una vez más, hizo de la ceremonia un momento muy especial. La nota emotiva la puso el Coro Surbesta, al que pertenece la novia, nos pusieron los pelos de punta con ese ‘Hallelujah’ a la entrada de la novia entre otras piezas. Una vez pasada la ceremonia nos fuimos al puerto refugio de Hondarribia y después nos desplazamos hasta el Restaurante Abarka donde tuvo lugar el banquete. Estuvimos muy agusto y Natxo y su equipo nos cuidaron de maravilla. La música en el baile estuvo a cargo de Aitor Zapirain y como podréis ver en las fotos, estuvo más que animado.
A mí ya sólo me queda desearos lo mejor pareja, que seais siempre igual de felices que en este día y veros siempre igual de enamorados. Gracias por haber contado conmigo para vuestro día, fue una boda increíble que no olvidaré nunca.
Os dejo una versión de Hallelujah para que veáis las fotos, no es tan bonita como la de Surbesta pero espero que os guste.
