Es una maravilla cuando consigo que los niños se suelten y sean ellos mismos en sus sesiones de comunión, es lo que más me gusta. En el caso de Álvaro, la verdad es que no hizo falta mucho esfuerzo ya que es un niño con un desparpajo y una personalidad que se notan a la legua, pero la verdad es que disfruté muchísimo de sus fotos y del rato que pasé junto a su familia.
Os dejo aquí su galería, en un rinconcito tan especial para ellos como es el barrio de Meaka <3