He intentado muchas veces empezar este post definiendo a Janire y Mikel, pero la verdad es que ha sido difícil encontrar una palabra a la altura; al final, me he quedado con disfrutones. La definición finalista ha sido: reventones de felicidad, y vais a poder comprobar que ambas cosas son totalmente fieles a la realidad en las fotos. Desde el minuto 0 los dos estaban dispuestos a darlo todo y disfrutar de su gran día, ni siquiera una esquirla en un ojo pudo con Mikel y su contagioso entusiasmo.
A Janire la peinó su tía, que le hizo una coleta desmontable en un semirrecogido que quedó espectacular. Todo esto lo complementó con el maquillaje de Estética Yoli, que, una vez más, es la que me maquilló a mí en mi boda, así que os imaginaréis lo que me encanta su trabajo. Dejó a todas las chicas de casa espectaculares. Antes de que empezase a vestirse, fuimos de un salto hasta Hondarribi, donde Mikel se preparaba junto a su familia.
