Cuando recordamos el día de la boda de Debora e Igor sólo podemos pensar en la gran fiesta que fue aquel día; tanto ellos como los invitados estaban a reventar de felicidad y se notó en todos los momentos de su día. Nos acompañaron en este día Asier y Ainara como videógrafos, nos encantó trabajar junto a ellos.
El novio se preparó junto a su madre y, con un impresionante traje y zapatos de la sastrería Neu, estaba verdaderamente imponente. La novia nos esperaba en el Hotel Jaizkibel donde tendría lugar toda la boda, desde la ceremonia hasta el banquete y el baile. Allí le esperaba un precioso vestido de sirena de Pronovias y las chicas de Duue que dejaron impecables a las damas de honor, a la madre de la novia y a la novia. Debora completó su look con unos zapatos de Lodi. Como podréis ver, ella ya exhudaba felicidad por cada poro de su piel desde el momento de los preparativos.
Mientras Debora se preparaba, Stella de Zinnia preparó todo el espacio de la ceremonia y nos dejó a todos con la boca abierta… todo estaba ya a punto. Los compañeros de GB eventos hicieron que empezase a sonar la música… y así comenzó una ceremonia cargada de emoción, no faltaron sonrisas ni lágrimas, desde los emotivos discursos de amigos y familiares hasta el intercambio de anillos y su primer beso como marido y mujer. Tras de los abrazos de rigor y de las fotos de grupo no tuvimos que movernos mucho para hacer unas bonitas fotos de pareja, después fue un gustazo trabajar con Jon y todo el equipo del Hotel Jaizkibel que nos llevaron hasta la azotea del hotel para sacar una foto grupal espectacular. Era la primera vez que trabajabamos allí y nos dejaron con ganas de más, ¡este año repetimos!
Después del banquete llegó el momento del corte de tarta, de ésta se encargó Tatiana de Potxolito que les preparó una espectacular tanto para la vista como para el paladar. Uno de nuestros momentos favoritos es la entrega de los regalitos por los preciosos momentos emotivos que se viven y no nos defraudó para nada… sólo tenéis que mirar las fotos. El día terminó con el baile, una explosión de alegría y de felicidad como hemos vivido pocas veces, los invitados lo dieron todo, ¡fue impresionante! Como todavía les quedaban ganas, siguieron con la fiesta en el Café Irun.
Como siempre, al final solo nos queda dar las gracias a Debora e Igor por haber contado con nosotros para recordar su boda para siempre, fue un gustazo compartir este día con vosotros y con vuestros familiares y amigos, ¡jamás lo olvidaremos!