Es un placer especial cuando la fotografía nos lleva de vuelta a donde comenzó todo. En esta ocasión, nos embarcamos en una sesión de comunión muy especial en los hermosos terrenos de Abbadie, rodeados de naturaleza y la atmósfera serena que ofrece este lugar único.
Martín, el protagonista del día, es más que un cliente para nosotros; es un amigo de la familia. Ya nos conocíamos de antes, mucho antes de que las cámaras se convirtieran en parte de nuestra vida diaria. De hecho, su familia fue una de las primeras en cruzarse en nuestro camino cuando nos lanzamos en esta aventura fotográfica.
Así que, mientras nos preparamos para capturar los momentos especiales de la comunión de Martín, no solo nos sentimos emocionados por el evento en sí, sino también por la oportunidad de reunirnos con viejos amigos y ser testigos de cómo ha crecido este pequeño, y de ver cómo se fue soltando según se desarrollaba la sesión, ¡una gozada!