Todas y cada una de las bodas que hacemos son especiales para nosotros pero esta me tocaba el corazón muy de cerca y es que cuando la que se casa es tu mejor amiga, no hay palabras que describan la emoción de un día así. Por un lado la responsabilidad de ser yo la que iba a guardar sus recuerdos para una ocasión tan especial y por otro, la emoción que desborda el corazón cuando ves a tu amiga vestida de blanco y tienes la oportunidad de vivir este día junto a ella tan de cerca. Sólo por eso ya me gustaría empezar dando las gracias a Naiara y Arkaitz por ser como son, este día y todos los demás días que podemos vivir con ellos.
Un día así lo compartimos con los compañeros de Perspective, que vinieron desde Asturias para grabar la ceremonia al detalle y con Raquel Arocena de Mosu Estudio que vino de segunda fotógrafa. Comenzamos en su casa donde Arkaitz se preparó de punta en blanco gracias a la profesionalidad de Julen de Neu, siempre cuidando hasta el último detalle. Ahí ya empezaron los primeros nervios y momentos de emoción junto a la madre y amigos del novio. Una vez lo dejamos como un pincel, nos trasladamos hasta la casa donde se vestía la novia, que ya había peinado Iñigo Izaguirre y estaba maquillando Enara de Ena Ena, le esperaba un vestido de Yolanda Torres y unos zapatos de Bimani13 que eran totalmente ella. El look estaba rematado con un ramo de flores de Julia Tellechea que siempre es un acierto y que además se encargó del resto de arreglos florales del día.
Con todo el trabajo hecho nos dirigimos a la Ermita de Guadalupe en Hondarribia donde tuvo lugar una ceremonia muy emotiva y llena de momentos de complicidad, después en el Puerto Refugio de Hondarribia hicimos la pequeña sesión de pareja y una vez hecho esto, tocaba ir al Restaurante Alameda donde iba a celebrarse el banquete. Allí además de a trabajar, fuimos también a disfrutar como invitados y fue sin duda sensacional, el cocktail nos lo amenizó la Burrunba Elektrotxaranga y pusieron a todos los invitados a bailar desde ese mismo momento. La tarta estuvo a cargo de Legamia y la música que nos puso en marcha durante el baile de Tirry&Tery.
En resumen, una maravilla de día de principio a fin. Siempre es así cuando estás rodeada de las personas a las que quieres y disfrutan contigo y esta boda fue el mejor ejemplo de todo aquello que dábamos por sentado y ahora valoramos un millón de veces más, cuando éramos tan felices que no nos dábamos cuenta de lo que teníamos, un abrazo, un beso, en una boda que no se olvidará nunca. Sin extenderme más, os dejo con las fotos del que hasta ahora ha sido uno de los días más especiales de mi vida y que siempre llevaré guardado en mi corazón: