El mundo de las bodas es maravilloso, sobre eso no hay duda. El poder disfrutar de una boda desde dentro es una experiencia que una persona suele vivir unas pocas veces en la vida, yo tengo la suerte de vivirlo a menudo y es algo contagioso: la alegría y la felicidad de los novios y su ilusión por su día especial. En la boda de Raquel e Iñaki hubo todo eso multiplicado por un millón, no hay más que ver a Raquel, que en más de una ocasión me ha confesado que terminó con dolor en la cara de tanto sonreír.
Empezamos el día en Irun con los preparativos de los novios, Iñaki elegantísimo con traje de Massimo Dutti. A Raquel la arreglaron las fantásticas chicas de Kutixi, Larraitz y Saioa. Esta última encima es su mejor amiga así que preparativos más que especiales. Luego estuvo preciosa con un traje de Married Novias en Irun. Las flores estuvieron a cargo de la estupenda Julia Tellechea y de la amatxo de la novia, que está hecha una artista! De allí nos desplazamos hasta la Ermita de Guadalupe donde les casó el increíble Lucho con el que pasamos un rato estupendo cada vez que nos toca, no me extraña que las fechas de Guadalupe se llenen tan rápidamente!!
Después hicimos algunas fotos de pareja en Vera de Bidasoa, casi casi llegando a la Finca Okalarre donde se celebró el cocktail y el banquete. La preciosa tarta nupcial estuvo a cargo de Legamia en Hondarribia, y el baile lo animaron los compañeros de Son&DJs.
Como estas cosas cuesta explicarlas, como siempre prefiero que las fotos hablen por mí, espero que os gusten y enhorabuena pareja!